12 de enero de 2015

minialbum baúl



    Este trabajo que os quiero presentar hoy aquí, es hasta hoy el más difícil que he realizado y que ha supuesto un mayor reto para mí básicamente por las distintas dificultades que me ha planteado su realización. 

   La idea era hacer una caja para guardar fotografías pero con la peculiaridad de darle forma de baúl, pero hacerla íntegramente a mano y sin una base, es decir empezar de cero y en su interior en lugar de ponerle compartimentos, ponerle en acordeón distintas hojas dobles en las que pudieran pegarse las fotos, en total he pegado en su interior ocho hojas dobles, con lo cuál en cada una he podido pegar hasta 4 fotografías con lo que he guardado 32 fotografías en su interior.

   Francamente, se perfectamente que el resultado es mejorable y se igualmente que una vez tengo ya la base de este trabajo no debe resultar difícil por mi parte volver a hacerlo y rematarle esas dificultades que se me han planteado al final, pero la verdad que teniendo en cuenta también que he probado técnicas como el embossing que no había hecho antes, el resultado no está demasiado mal. ¿no creéis?
    Como he dicho anteriormente este ha sido uno de mis trabajos que más dificultades me ha planteado, primero por los materiales que debería haber utilizado que son los normales para este tipo de trabajo y que no he podido usar. En segundo lugar por la parte de la tapa darle la forma arqueada que finalmente he conseguido.
   Lo normal es que cuando vas a hacer un album o cualquier caja la estructura externa al menos la refuerces usando un material más resistente como el cartón y normalmente en el mundo del scrap se suele reciclar cajas de cereales domésticas. En mi caso hacer esto me suponía un problema y era conseguir la estructura arqueada de la tapa de forma uniforme y es que modelar el cartón de forma uniforme es bastante difícil salvo que se use un cartón demasiado liviano.
   Esto conllevaba el siguiente problema y es que usar un material para la estructura demasiado débil podía dificultar darle la consistencia adecuada al mismo para el uso al que iba a ser destinada.

   Primero intenté hacer un "molde" con distintos cartones que teníamos en la tienda y ninguna me satisfacía suficientemente, es cierto que la estructura de la caja como tal era fácil de conseguir, pero conseguir la tapa con el arqueado en condiciones era bastante difícil. Así que después de varios intentos decidir por optar por la opción más fácil, en el caso de la caja como tal usar distintas "capas" de cartulina, y en el caso de la tapa usar una sóla cartulina para la estructura y forrarlo con un papel algo más grueso para darle consistencia.

 En estas fotografías podéis observar finalmente cómo queda la estructura de la caja con una sóla capa de cartulina, lógicamente y como esta no va a verse en ningún momento utilicé un trozo a modo de reciclaje del que tenía por la tienda, por no malgastar otro trozo.



      Una vez dada la forma de la caja y comprobar que queda bien como he dicho hice otra copia prácticamente igual con otro color de cartulina algo más bonita ya que esta sí iba a verse y por tanto sí busqué un color más llamativo o acorde con la decoración que tenía pensado darle. Así que en la estructura original le puse cinta de doble cara para a continuación y sobre la misma pegar la segunda estructura con la idea de darle una estética más llamativa y además de ello reforzar un poco la 



consistencia de la estructura de la caja  que realmente es la idea original que tenía, si bien y como podéis observar en esta "segunda capa" no le hice las solapas ya que las mismas se sobreponen una a la otra y posteriormente van a ser decoradas y por tanto ello de por sí la da refuerzo a la estructura.



   Lo siguiente era realmente lo más difícil de la caja, la tapa, hacerla con la forma ovalada de las tapas de los baúles, no sólo por la parte curva en sí, sino por los laterales conseguir que coincidieran exactamente con la parte superior.


   Me decanté después de las pruebas iniciales por lo que pensé que sería más fácil, a la hora de hacer la estructura de la tapa en primer lugar hacer la estructura con los laterales de la parte ovalada.

 Y posteriormente con una pieza recta darle la forma conforme a los laterales de la parte ovalada, además con ello al poner doble la solapa de la parte inferior de la tapa indirectamente junto con la hoja de decoración ya le iba a dar consistencia a dicha estructura.


   En las fotografías podéis observar las distintas piezas de lo que luego sería la tapa de la caja baúl.




    La parte "final" ya en sí era la hoja decorada y esta era lo más fácil, usando el molde de la pieza que es la estructura, la superpuse sobre la hoja decorada y en su interior trasladé la forma y las medidas y posteriormente y con mucho cuidado procedí con un cutter de precisión a realizar el corte de todo ello.




   El resultado, bueno, podéis observarlo vosotr@s mism@s.




   Sin olvidar un pequeño detalle y es los bordes unirlos todos ellos con un washi tape acorde con la decoración entera de la caja.



Lo siguiente fue ya la estructura de lo que sería el interior de la caja y serviría para guardar las fotografías.  La decisión que tomé para esto fue uno de los fallos que cometí y es que usé un papel más grueso con lo cuál al finalizar el trabajo generó mucho peso interior al que posteriormente había que sumarle el de las propias fotografías, pero como se suele decir  a lo hecho pecho.
    La estructura interior la componen ocho hojas dobles, de forma que en cada una de ellas se puede pegar cuatro fotografías, por lo que la caja tiene una capacidad de 32 fotografías. 
   Es cierto que si de opta por usar un material más fino y menos pesado con total seguridad y con las medidas de la caja que se pueden poner más hojas y con ello ampliar la capacidad de la caja.

   Ya lo siguiente y último a la vez era la decoración exterior, para ello usé retales que tenía en la tienda de distintas hojas de simple histories. Además y para conseguir que la caja se quedara cerrada por el problema comentado anteriormente del peso de las hojas interiores, le puse unas perforaciones con ojetes y por ellos pasé organza, originalmente era rosa, pero cuando terminé no me terminó de gustar y la he cambiado por otra un poco más gruesa y larga de color negro.
    Además le puse algunas florecillas con sus perlitas en el centro y para el frontal usé polvos de embossing de color blanco y oro.


  Aquí podéis ver distintos ángulos del resultado final.












   Y en las siguientes composiciones el resultado definitivo tanto del interior con las distintas fotografías ya incluídas como del exterior de la caja.

   Sólo espero que os haya gustado el resultado final, y acepto cualquier crítica y consejo. Un besito escrapero. Seguimos creando.



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